‘La Central Térmica de Velilla del Río Carrión’ en el ciclo de conferencias del MSM

El historiador Fernando Cuevas repasa la historia de esta emblemática instalación ya desaparecida.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León),ofrecerá el próximo sábado 14 de septiembre, a las 18:00 horas dentro de su ciclo de conferencias la ponencia La Central Térmica de Velilla del Río Carrión, a cargo del historiador Fernando Cuevas.

La conferencia forma parte de las actividades del mes de septiembre vinculadas a la exposición ‘Gigantes con pies de barro. El final de las centrales térmicas en Castilla y León’, que puede visitarse actualmente en el museo.

En ella, Fernando Cuevas, comisario de la exposición, historiador, escritor y responsable del Centro de interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán (Palencia), repasa la historia de esta emblemática instalación ya desaparecida.

La Central térmica de Velilla​ estaba situada junto al río Carrión. Constaba de 2 grupos térmicos de 350 y 148 MW. Era propiedad de la empresa Iberdrola y fue puesta en funcionamiento en 1965 con el fin de aprovechar la producción carbonífera de la cuenca minera palentina.

En noviembre de 2017 Iberdrola, dentro de su política de reducción de emisiones, solicitó al Ministerio de Industria y Energía el permiso para llevar a cabo el cierre de la central, y el 30 de junio de 2020 procedió a su desconexión,​ comenzando su proceso de desmantelamiento.

Pese a la oposición de una gran parte de la sociedad, y siguiendo los plazos previstos por la empresa, el 31 de marzo de 2022 fue demolida la chimenea del Grupo I, ​ mientras que la del Grupo II, que con 176 m de altura era la estructura más alta del complejo, ​ fue dinamitada el 30 de junio de 2022.

La actividad tendrá lugar en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el próximo sábado 14 de septiembre a las 18:00 horas, con inscripción previa en el centro o en el teléfono 987 718 357.

11 septiembre, 2024

Conferencia sobre la emigración cántabra a la Ferrería de San Blas en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León

El veterinario e investigador Francisco Álvarez Baldor, explicará los movimientos migratorios entre Santander y León como consecuencia de la industria siderúrgica.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado para el próximo sábado 17 de febrero, a las 18:00 horas,dentro de su ciclo de conferencias, la ponencia Emigración de Liérganes y la Cavada a la Ferrería de San Blas y otras zonas de León, a cargo del veterinario e investigador Francisco Álvarez Baldor.

La Ferrería de San Blas fue la primera industria siderúrgica moderna del país, que encendió sus hornos altos con carbón de cok a mediados del siglo XIX trayendo la revolución industrial al norte de España.

Por ello, la comarca de Sabero fue testigo de un fenómeno migratorio de gran importancia, llegando a la misma decenas de trabajadores de diferentes especialidades, procedentes de otros lugares con gran tradición siderúrgica como Cantabria, debido al cierre, en 1835, de la Real Fábrica de Artillería de la Cavadasituada en las inmediaciones de los municipios de Liérganes y la Cavada.

El fin temprano de la Ferrería de San Blas trajo consigo la marcha de muchos de estos trabajadores y sus familias a otros lugares en busca de nuevas oportunidades, pero otros muchos permanecieron en distintas zonas de León, vinculados a nuevas actividades como la minera.

Francisco Álvarez Baldor, natural de La Cavada, veterinario y profesor universitario de profesión, lleva muchos años investigando sobre las familias de aquella zona y los importantes movimientos migratorios que hubo desde esos lugares a otros muchos puntos del país, destacando entre ellos la provincia de León.

La actividad tendrá lugar en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el próximo sábado día 17 de febrero a las 18:00 horas, con inscripción previa en el centro o en el teléfono 987 718 357.

15 febrero, 2024

PIONEROS. Fondos fotográficos mineros de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos en el Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León hasta Octubre

“Pioneros. En la profundidad de la tierra” nos presenta una selección fotográfica de la minería en Estados Unidos desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Es una mirada grupal escogida de entre las colecciones que alberga la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, adquiridas o donadas, de empresas como la Keystone View Company, Detroit Publishing Company o instituciones públicas como el Comité Nacional del Trabajo Infantil o la Administración para la Seguridad Agrícola y Oficina para la Información de la Guerra, que contaron con grandes fotógrafos documentalistas para reflejar la dureza de una época marcada por dos guerras mundiales y una terrible depresión económica, y que, a pesar de todo, supieron ver la entereza de un pueblo que nunca se rindió.

Informar y movilizar. Vemos minas explotadas a lo largo de todo este extenso país recogiendo carbón, cobre, hierro, oro, plata, zinc, mercurio,… a cielo abierto o desde lo más profundo, con métodos más arcaicos o modernos. Mineros en la mina, en sus casas, en sus ciudades. Ciudades fantasmas, el fin de una industria. Fotógrafos que observaron y reflejaron una sociedad próspera y en apuros. Grandes de la fotografía como Lewis Hine, que retrató con gran delicadeza el trabajo infantil en minas de carbón, o el joven grupo de fotógrafos de la sección histórica de la FSA y WIO: Jack Delano, Arthur Rothstein, Marion Post Wolcott, Russell Lee, John Vachon o Andreas Feininger, que reflejaron la vida rural durante la Gran Depresión y nos acercan a su objetivo: conocer el problema para apoyar la solución.

LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO

La Biblioteca del Congreso inició su actividad en el año 1800 dentro del Capitolio de los Estados Unidos, cuando el presidente John Adams aprobó una ley que destinaba $5.000 a la compra de libros para uso del Congreso, formado entonces por una gran mayoría de ávidos lectores que habían recibido una educación clásica. Desde entonces, la Biblioteca siempre ha mantenido una relación estrecha con la presidencia estadounidense.

En 1814, el ya ex presidente Thomas Jefferson acudió al rescate de la Biblioteca, incendiada por los británicos durante la Guerra Anglo-Estadounidense de 1812, ofreciendo su biblioteca personal y única de 6.487 volúmenes por la cantidad de $23.950. Jefferson siempre creyó en la relación directa que existe entre conocimiento y democracia, y la Biblioteca adoptó esa creencia, siguiendo la filosofía de compartir sus colecciones y servicios lo más ampliamente posible.

La Biblioteca del Congreso ocupa tres edificios en Capitol Hill, Washington D.C.; el más notorio fue inaugurado en 1897 y nombrado más adelante “Thomas Jefferson”. Los otros dos, el edificio John Adams y el conmemorativo James Madison, se construyeron en 1938 y 1981 respectivamente.

La labor de los Bibliotecarios del Congreso fue determinante a la hora de conseguir el apoyo de los sucesivos presidentes de los EE.UU. para ampliar los presupuestos anuales destinados a la Biblioteca, consiguiendo a lo largo de los años mayor espacio, más personal contratado, adquisición de colecciones multimedia, ampliación de volúmenes de contenido internacional y la transición tecnológica mediante la creación de la Biblioteca Digital Nacional y el Centro Audiovisual Nacional.

La actual bibliotecaria del Congreso, Carla Hayden, decimocuarta en su cargo, dirige una institución que ofrece un servicio gratuito y no partidista, no solo para cualquier estadounidense, sino para todo el mundo, cuyos fondos están formados por más de 171 millones de ítems entre libros, manuscritos, fotografías, películas, mapas, partituras musicales y grabaciones sonoras.

Con sus más de 17 millones de artículos gráficos, la Biblioteca del Congreso es una auténtica mina donde se pueden encontrar diversas colecciones de imágenes repartidas en galerías que fotodocumentan una sociedad en distintos periodos de tiempo.

TARJETAS ESTEREOSCÓPICAS

Las aportaciones o adquisiciones de la Biblioteca comprenden material específico del ámbito de la minería, desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. De los primeros años encontramos tarjetas con fotografías esteroscópicas: imágenes duplicadas que eran utilizadas con un aparato para obtener una imagen cercana a la tridimensionalidad.

Las técnicas utilizadas para la estereografía eran ambrotipos, daguerrotipos o albúminas, y se presentaba el papel fotográfico sobre cartón donde se incluían los datos de la empresa distribuidora y una breve descripción de la imagen.  

La fotografía parecía estar duplicada, sin embargo, el encuadre era distinto en cada una de las imágenes, similar a las diferentes perspectivas que observamos cuando miramos con el ojo izquierdo o derecho sobre el mismo punto, lo que permitía crear la sensación de profundidad al usar un visor estereoscópico.

Las tarjetas estereográficas medían aproximadamente 18 cm de ancho por 9 cm de alto, se vendían en cajas que incluían distintas cantidades y un visor, y fueron empleadas como recurso educativo en distintas instituciones. Empresas como la Keystone View Company, Underwood & Underwood, Strohmeyer & Wyman y otras comercializaron este formato desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Keystone View Company fue la más grande de todas y realizó fotografías alrededor de todo el mundo.

COLECCIÓN DE LA DETROIT PUBLISHING COMPANY

Detroit Publishing Company fue una empresa de publicación de fotografías fundada por el editor William A. Livingstone y el fotógrafo Edwin H. Husher a finales del siglo XIX . En un principio se llamó Detroit Photographic Company y, antes de llegar a su nombre final, fue The Detroit Photochrom Company por la adquisición de los derechos del proceso de impresión photochrom a la empresa suiza Orell Fussli & Company, que les permitió comercializar en masa postales y otros formatos a color. La empresa se declaró en quiebra en 1924 tras la caída de ventas de fotografías y postales durante la Primera Guerra Mundial y la utilización de formas más baratas de impresión de sus empresas competidoras. Fue liquidada en 1932.

La Biblioteca del Congreso posee la colección de la Detroit Publishing Company desde 1949 e incluye más de 25.000 negativos de vidrio y transparencias y unas 300 fotolitografías en color. Entre ellas se pueden encontrar antiguas escenas de trabajo en distintas industrias, incluida la minería.

COLECCIÓN DEL COMITÉ NACIONAL DEL TRABAJO INFANTIL (National Child Labor Committee o NCLC)

“Quiero fotografiar las cosas que deben cambiar y las cosas que debemos apreciar”. Lewis W. Hine

El Comité Nacional de Trabajo Infantil, fundado en 1904, año en que inició su mandato el presidente Theodore Roosevelt, tenía como objetivo “promover los derechos, la conciencia, la dignidad, el bienestar y la educación de los niños y jóvenes en su relación con el trabajo”.

El Comité contrató a Lewis W. Hine (1874-1940), sociólogo y fotógrafo entonces ya conocido por su primer proyecto sobre los inmigrantes de la Isla de Ellis para que realizara fotografías que evidenciaran la situación a la que se exponían a los niños en sus entornos laborales y vida cotidiana. El resultado consistió en más de 5.100 impresiones fotográficas tomadas entre los años 1908 y 1924 que documentaban las precarias condiciones de trabajo de muchos niños y adultos en los Estados Unidos, para lo que utilizó una pesada cámara Graflex y asumió distintas personalidades que le permitieron acceder a los centros de trabajo, causándole no pocos problemas con la gerencia de esas fábricas, granjas, talleres clandestinos o minas durante la investigación.

El Secretario General del NCLC concedió a su trabajo la capacidad de llamar la atención del pueblo estadounidense más que cualquier otro esfuerzo realizado por el Comité.

Lewis Wickes Hine, considerado uno de los pioneros de la fotografía documental, veía la fotografía como la herramienta perfecta para comunicar el resultado de sus investigaciones, defendiendo la objetividad, pero también el aspecto estético. Fue profesor de fotografía de Paul Strand, maestro fotógrafo que ayudaría a Hine en el declive de su carrera profesional, tras ser rechazado por la FSA (Farmer Security Administration) para ser parte del grupo de fotógrafos que documentaría, más tarde, la dureza de los años de la Gran Depresión.

La Biblioteca del Congreso cuenta con más de cien fotografías realizadas por Hine de niños contratados en minas de carbón de Virginia Occidental, Pensilvania y Alabama, y algunas en minas de zinc en Aurora, Missouri.

COLECCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PARA LA SEGURIDAD AGRÍCOLA (Farmer Security Administration o FSA)

No para informarnos, sino para movilizarnos”. Lema de la FSA para la sección de fotografía documental.

Dentro del marco del New Deal, la política intervencionista del presidente Franklin D. Roosevelt que pretendía paliar los efectos de la Gran Depresión en EE.UU. desde el crac de 1929, se creó la Administración para la Seguridad Agrícola (Farmer Security Administration o FSA), operativa entre los años 1935 y 1943. La agencia, en dependencia del Ministerio de Agricultura, buscaba reanimar el desarrollo económico de los granjeros y apostó por documentar con imágenes la difícil situación por la que pasaban estos con la esperanza de que, al ser publicadas en revistas y periódicos de gran tirada, hubiera más posibilidades de que la legislación sobre un nuevo acuerdo de ayudas fuera aprobada.

Por este motivo crearon una sección histórica dentro de la FSA que se encargó de realizar esas fotografías y distribuirlas a los medios, nombrando a Roy E. Stryker (1893 – 1975) su director.

Stryker, que había comenzado los estudios de ingeniería de minas en la Universidad de Colorado antes de participar en la Primera Guerra Mundial, fue economista y profesor en la Universidad de Columbia, Nueva York, donde conoció a Rex Tugwell, político que perteneció al grupo de expertos asesores del presidente Roosevelt. Stryker, Tugwell y Munro publicaron en sus años en Columbia el libro American Economic Life, para el que Stryker se encargó de recopilar fotografías que acompañaran los textos, muchas de ellas realizadas por el propio Lewis Hine. Ese libro fue determinante para el director del grupo de jóvenes fotógrafos que recogió en imágenes la Gran Depresión y la movilización para la Segunda Guerra Mundial a lo largo de todo Estados Unidos y Puerto Rico.

Los once fotógrafos del equipo de la FSA, por orden de contratación, fueron: Arthur Rothstein, Theodor Jung, Ben Shahn, Walker Evans, Dorothea Lange, Carl Mydans, Russell Lee, Marion Post Wolcott, Jack Delano, John Vachon y John Collier Jr. También contaron con el trabajo de otros fotógrafos como Gordon Parks, Esther Bubley y Andreas Feininger.

En un principio fue Stryker el responsable de revisar los negativos que enviaban los fotógrafos por correo a la oficina en Washington D.C, y de seleccionar las imágenes que serían impresas; las no seleccionadas pasaban a denominarse “killed” o asesinadas. En algunas imágenes se observa el círculo negro creado por el agujero que se hacía al negativo cuando era rechazado.

Cada fotógrafo recibía un tema o área geográfica que cubrir, para lo que debía realizar una investigación previa que le permitiera estar preparado para tomar las fotos según un guión o un esquema de rodaje básico. Utilizaron distintos tipos de cámaras fotográficas según sus preferencias: cámaras de placas de gran formato 10 x 15 o 13 x 18, cámaras de medio formato simple 4,5 x 6, cámaras Speed Graphic Graflex y Graflex Super D, cámara Rolleiflex réflex de doble lente y cámaras de 35 mm de las marcas Leica y Contax. Lo que los fotógrafos encontraron en sus recorridos y les sorprendió fue que a pesar de las privaciones y el hambre de esos años, se mantuvo el “orgullo e individualismo” entre la población.

La colección de la FSA fue transferida a la Biblioteca del Congreso en 1944 y consta de unos 175.000 negativos y transparencias de película en blanco y negro, 1.610 transparencias en color y unas 107.000 copias fotográficas en blanco y negro, la mayoría de las cuales se hicieron a partir de negativos y transparencias. Entre estas fotografías también aparecen una gran cantidad de “lotes” de fotografías sobre minas de explotación de diferentes minerales, la vida de los mineros y sus familias, y antiguas ciudades mineras convertidas en pueblos fantasma.

Arthur Rothstein (1915 – 1985)

Arthur Rothstein nació en Nueva York. Estudió en la Universidad de Columbia, donde conoció al entonces profesor de economía Roy Stryker. En 1935 Stryker lo contrató como el primer fotógrafo del personal de la FSA debido a su conocimiento técnico y entusiasmo por la fotografía. Documentó las comunidades agrícolas en el Midwestern Dust Bowl y sus imágenes fueron elogiadas por su franqueza y actualidad. Desde 1940 hasta 1971 trabajó en la revista Look, primero como fotógrafo y, más tarde, como director de fotografía de la revista

Carl Mydans (1906 – 2004)

Carl Mydans nació y creció en Boston. Estudió periodismo de la Universidad de Boston y trabajó para varios periódicos de Boston y Nueva York. En 1931, entró en el mundo del fotoperiodismo tras comenzar a utilizar una cámara de 35 mm, aportando imágenes que completaban sus artículos.

Su trabajo en la FSA fue breve, entre 1935 y 1936, donde se inició documentando la industria del algodón en el sur del país. Mydans fue uno de los cuatro fotógrafos contratados por la revista Life para su lanzamiento, donde permanecería durante 36 años en activo hasta su cierre en 1972.

Russell Lee (1903 – 1986)

Russell Lee nació en Ottawa, Illinois. Estudió ingeniería química en la Universidad de Lehigh, en Pennsylvania, pero decidió dedicarse a la pintura y, más tarde, a la fotografía. Su trabajo más conocido para la FSA fue en la zona de Nuevo México. Durante la Segunda Guerra Mundial, viajó al norte de África, India y China para fotografiar los campos de aterrizaje que utilizarían los pilotos aliados. Entre 1946 y 1947, trabajó para el Departamento del Interior de los Estados Unidos (DOI), donde participó en un estudio de carácter médico en comunidades involucradas en la extracción de carbón bituminoso. Realizó más de 4.000 fotografías de mineros y sus condiciones de trabajo en las minas de carbón. También trabajó junto a Roy Stryker en la Standard Oil de Nueva Jersey.

En 1947 se instaló en Austin, Texas, donde fotografió comunidades de habla hispana de todo el estado, y también viajó por todo el mundo para realizar fotografías de temas concretos como los campos petroleros de Arabia Saudita o la vida en distintas regiones de Italia. Lee ayudó a establecer el programa de fotografía en el departamento de arte de la Universidad de Texas, donde enseñó hasta su jubilación en 1973.

Marion Post Wolcott (1910 – 1990)

Marion Post Wolcott nació en Montclair, Nueva Jersey. Estudió en The New School for Social Research de Nueva York y fue profesora en una pequeña ciudad de Massachussett hasta que se desplazó a Austria con su hermana Helen, alumna de la fotógrafa Trude Fleischmann, donde estudió fotografía en la Universidad de Viena. De vuelta en Nueva York asistió a cursos con Ralph Steiner, y llegó a ser fotógrafa independiente para Life, Fortune y otras revistas en el año 36. Paul Strand la recomendó a Roy Stryker para trabajar en la FSA, donde estuvo desde 1938 hasta 1942. Tras unos años en los que se dedicó a su familia, volvió a la fotografía profesional a partir de 1968. El trabajo de Wolcott ha sido expuesto en diversas exposiciones y ha recibido múltiples premios.

Su trabajo para la FSA fue variado y a menudo se le asignó completar proyectos ya iniciados por sus compañeros. Retrató la pobreza como aparecía en la mayoría de las fotografías de la FSA, pero también a sujetos ricos y de clase media que habían escapado de los efectos de la Gran Depresión.

Jack Delano (1914 – 1997)

Jack Delano nació en Kiev, Ucrania. Emigró a los Estados Unidos con su familia en 1923 y asistió a la Escuela de Música Settlement en Filadelfia como estudiante becado de 1925 a 1933, y a la Academia de Bellas Artes de Pensilvania, hasta 1937. Trabajó en los proyectos fotográficos de la Works Progress Administration, United Fund y la FSA, que lo destinó a Puerto Rico, país donde decidió instalarse a partir de 1946 y que lo contrató como el fotógrafo oficial de su gobierno. Delano también trabajó como ilustrador de libros, consultor gráfico, profesor de música y animador, y recibió una Beca Guggenheim y un Fondo Nacional para las Artes (National Endowment for the Arts o NEA) del gobierno de los EE.UU.

Su trabajo para la FSA resulta único porque no solo documentó regiones del país a través de su gente y paisajes, sino también de su cultura y patrones sociales; además, a menudo jugó con la escala en sus fotografías para dar más fuerza a los personajes que aparecían en ellas.

Lo que me lleva a disparar la cámara no es la imagen de las cosas, sino lo que significa”. Jack Delano

John Vachon (1914 – 1975)

John Vachon nació en St. Paul, Minnesota. Estudió literatura en St. Thomas College y en la Universidad Católica de América. Comenzó en la FSA como mensajero, pero gracias a su habilidad para la fotografía pasó a ser parte del equipo de fotógrafos, encargándose de documentar el área de las Llanuras. A partir de 1947, ya en Nueva York, fue miembro de la Photo League. Trabajó durante muchos años como fotógrafo para la revista Look y, en 1974, se convirtió en profesor invitado de la Facultad de Arte y Diseño de Minneapolis.

John Collier Jr. (1913 – 1992)

John Collier nació en Sparkill, Nueva York. Fotógrafo documental y docente, estudió pintura en San Francisco antes de dedicarse a la fotografía. Se unió a la FSA en 1941, participando también en la Oficina de Información de Guerra y, después de la Segunda Guerra Mundial, en la Standard Oil Company de Nueva Jersey, siempre junto a Roy Stryker. En 1946 inició su primer proyecto combinando la fotografía con la antropología, pero no fue hasta 1955 cuando se concentró en sus estudios fotográficos antropológicos, trabajando en Perú, Nuevo México y Nueva Escocia, entre otros lugares. Su libro “Antropología visual: la fotografía como método de investigación” (1967) es considerado un clásico del tema.

Andreas Feininger (1906 – 1999)

Andreas Feininger nació en París, Francia. Su padre fue el pintor Lyonel Feininger. Estudió en escuelas públicas alemanas y en la Bauhaus de Weimar. Su interés por la fotografía comenzó mientras estudiaba arquitectura, y trabajó como arquitecto y fotógrafo en Alemania durante cuatro años, hasta que la situación política se hizo imposible. Trabajó en el estudio de Le Corbusier en París, posteriormente se trasladó a Estocolmo, donde creó su propia agencia fotográfica especializada en fotografía arquitectónica e industrial. Feininger se mudó a Nueva York con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, donde trabajó como fotógrafo independiente para la Agencia Black Star.

Se unió a la FSA cuando ya había pasado a ser la Oficina de Información de Guerra de los Estados Unidos. Formó parte de la plantilla de fotógrafos de la revista Life entre 1943 y 1962. Posteriormente se concentró en su trabajo personal, con amplias exhibiciones y publicaciones, y recibió numerosos premios. Feininger, que siempre prefirió la fotografía en blanco y negro, construyó tres cámaras de primeros planos y cuatro teleobjetivos con los que pudo representar paisajes y escenas de ciudad en una gran perspectiva sin distorsiones, a la vez que mostraba sujetos en la lejanía a tamaños sorprendentes.

Colección del Registro histórico de ingeniería estadounidense – (Historic American Engineering Record o HAER)

Fue establecido en 1969 por el National Park Service (Servicio de Parques Nacionales), la American Society of Civil Engineers (Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles) y la Biblioteca del Congreso para documentar sitios y estructuras históricas relacionadas con la ingeniería y la industria. La colección específica de HAER dentro de la Biblioteca del Congreso cuenta con más de 10.000 imágenes.

Entre los fotógrafos contratados por el HAER está Jet Lowe (1946), que también se encargó de supervisar la sección fotográfica sobre ingeniería. Lowe comenzó su carrera como fotógrafo a finales de los años 60, aunque durante unos años aparcó su profesión debido al robo de su equipo y pasó a trabajar en la construcción y como mensajero. Más tarde, el fotógrafo Richard Avedon lo alentó a retomar la fotografía y decidió mudarse a Washington D.C. en 1974. En HAER comenzó a trabajar en 1978, haciendo fotografías de gran formato, y permaneció allí hasta su jubilación en 2013. Recibió el premio General Tools, el mayor galardón otorgado por la Sociedad de Arqueología Industrial (The Society for Industrial Archeology o SIA).

Fotografías: Eduardo Urdangaray. Textos: Rita Jardón.

 

Información:

PIONEROS. Fondos fotográficos mineros de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos

Mayo – Octubre 2022

Comisariada por Eduardo Urdangaray y Rita Jardón

Museo de la Siderurgia y de la Minería de Castilla y León

Pza. de San Blas.

24810. Sabero, León

Horario: 10:00 – 14:00 y 16:00 – 19:00. Lunes cerrado.

museosiderurgiamineriacyl.es

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7 julio, 2022

Las ‘Brigadas de salvamento minero’ protagonistas en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León

Las ‘Brigadas de salvamento minero’ protagonistas en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León

La conferencia sobre salvamento minero será impartida por Sergio Tuñón, exjefe de la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado para el próximo sábado 18 de junio, a las 18:00 horas dentro de su ciclo de conferencias la ponencia ‘Brigadas de salvamento minero’, a cargo del exjefe de la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias, Sergio Tuñón.

El trabajo en la mina es uno de los mas arriesgados que existen. El minero trabaja bajo tierra, con apenas iluminación, sometido a las presiones del terreno, los desprendimientos, los gases tóxicos, las inundaciones y un sinfín de peligros que se han cobrado a lo largo de la historia miles de vidas.

El minero siempre ha dependido para su seguridad de sus compañeros y esta ayuda y solidaridad compartida cobró forma organizada en las grandes empresas mineras en forma de Brigadas de Salvamento. Estos equipos, integrados por los trabajadores más veteranos y dotados de los medios técnicos necesarios para desarrollar su labor, actuaban en cualquier momento del dia o de la noche si un accidente requería su presencia.

En Castilla y León, fueron míticas las brigadas de salvamento minero de Hulleras de Sabero, de la Hullera Vasco Leonesa, de Minas de Barruelo, del Norte de Palencia o la del Bierzo Alto. Fuera de la comunidad destaca la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias, de la que fue director técnico Sergio Tuñón.

Sergio Tuñón, natural de Pola de Lena en Asturias, es ingeniero de minas por la Universidad de Oviedo y durante varios años perteneció y dirigió la Brigada de Salvamento Minero de Asturias, una entidad con mas de cien años de antigüedad.

En su ponencia hablará de los riesgos del trabajo minero y de la historia y las características de las brigadas de salvamento minero.

La actividad tendrá lugar en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el próximo sábado día 18 a las 18:00 horas, con inscripción previa en el museo o en el teléfono 987 718 357.

10 junio, 2022

El Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León acogerá en su ciclo de conferencias una charla sobre volcanes

El Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León acogerá en su ciclo de conferencias una charla sobre volcanes

La vulcanóloga Stefania Schamuells, colaboradora del Grupo Vulcanológico de Barcelona (CSIC), ofrecerá una conferencia el próximo sábado sobre este fenómeno geológico.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado para el próximo sábado 19 de febrero, a las 18:00 horas dentro de su ciclo de conferencias la ponencia ‘Geología al descubierto. Los volcanes’, a cargo de la vulcanóloga Stefania Schamuells, del Grupo Vulcanológico de Barcelona (CSIC).

En la conferencia, que se enmarca en la programación dedicada a temas geológicos que desarrolla el centro este mes, se darán las claves para conocer un fenómeno de la naturaleza tan bello como devastador. La preocupación sobre los volcanes activos en nuestro país ha sido y es un tema de estudio, que desafortunadamente se ha puesto de moda a raíz de la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma.

Esta erupción está proporcionado a los científicos evidencias sobre la evolución de los volcanes y el conocimiento de la corteza terrestre, que permitirán actuar ante otras catástrofes similares. Con la peor erupción en 75 años en territorio europeo, es conveniente que el público general tenga información directa de los científicos sobre este fenómeno, objetivo que el museo busca con la conferencia.

Stefania Schamuells, licenciada en Geología por la Universidad de Barcelona. Durante el periodo universitario participa como subdirectora en la asociación de mineralogía SEG-SGA Barcelona Student Chapter que promueve la investigación de depósitos minerales en los alumnos. Más tarde cursa un máster en exploración geológica en la Universidad Internacional de Andalucía. Actualmente se encuentra realizando una Tesis doctoral en la Universidad de Barcelona y pertenece al Grupo de Vulcanología de Barcelona. Sus investigaciones entran dentro del campo de la geoquímica experimental, la termodinámica y la geocronología referente al estudio de cámaras magmáticas y erupciones volcánicas.

La actividad, puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, tendrá lugar en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el próximo sábado día 19 a las seis de la tarde, con inscripción previa en el centro y aforo limitado por normativa COVID.

15 febrero, 2022

Las ‘Lagunas de origen minero de la provincia de León’ en El Museo de la Siderurgia y Minería de Castilla y León

El geógrafo José María Redondo Vega ofrecerá una conferencia sobre la formación y características de las principales lagunas de origen minero de la provincia de León.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado para el próximo sábado 12 de junio, a las 18:00 horas dentro de su ciclo de conferencias la ponencia ‘Lagunas de origen minero en la provincia de León’, a cargo del geógrafo y catedrático de la Universidad de León José María Redondo Vega.

En ella se hará un recorrido por las principales lagunas de origen minero de la provincia, explicando su formación y características. En la provincia de León son varias las lagunas que se han formado tras el cierre explotaciones a cielo abierto en distintas zonas mineras.

Desde el lago de Carucedo, cuyo origen está en la mina de oro de las Médulas que explotaron los romanos en los siglos I y II, hasta las lagunas de San Martín de Valdetuéjar o Caminayo en la Cuenca minera de Valderrueda, José María Redondo repasará la mayoría de estas masas de agua formadas como consecuencia de la actividad minera.

José María Redondo Vega, licenciado en Geografía, trabaja actualmente en el Departamento de Geografía y Geología de la Universidad de León. Entre sus muchas publicaciones destacan ‘Las minas de carbón a cielo abierto’ o ‘Los glaciares rocosos de la Cordillera Cantábrica’.

La actividad, puesta en marcha por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, tendrá lugar en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, el próximo sábado día 12 a las seis de la tarde, con inscripción previa en el centro y aforo limitado por normativa COVID.

9 junio, 2021

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ofrece la conferencia “Herramientas mineras manuales”

El historiador Fernando Cuevas explicará en esta conferencia, que tendrá lugar el próximo sábado 24, los distintos tipos, usos y características de estas herramientas.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero, León, organiza dentro de su ciclo de conferencias una didáctica charla titulada ‘Herramientas mineras manuales’, a cargo del historiador y responsable del Centro de Interpretación de la Minería de Barruelo de Santullán Fernando Cuevas.

Durante décadas los mineros solo contaron con su fuerza y rudimentarias herramientas para arrancar el carbón de las vetas. Estas herramientas funcionaban ‘a sangre’, con el solo impulso y la destreza del trabajador que las manejaba.

Picas, hachos, mazos, picos, bates, sierras, palas…constituyeron todo un arsenal en la guerra que cada día se libraba bajo tierra para sacar el carbón. Un mango de madera y un cabezal de hierro con la forma adecuada, servía de forma eficiente en cada tarea de la mina, como una prolongación más del minero que la usaba.

Esta conferencia se ofrece como acto de despedida a la exposición temporal ‘A sangre. Herramientas mineras manuales’, comisariada por el propio Fernando Cuevas, en la que durante estos últimos meses se ha podido ver una importante colección de este tipo de herramientas.

La actividad tendrá lugar el sábado 24 de abril a las 18:00 horas con entrada gratuita y con las plazas limitadas por la normativa Covid-19, por lo que es necesaria la inscripción previa en el museo o a través del teléfono 987 718 357.

13 mayo, 2021

NUEVA VIDA PARA LAS LOCOMOTORAS DE HULLERAS DE SABERO

El museo dedica este mes su ciclo de conferencias a conocer trabajo de restauración de las antiguas locomotoras de Hulleras de Sabero.

El Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero (León), ha programado una conferencia para el próximo sábado 30 de Noviembre, a las seis de la tarde, en la que se dará a conocer paso a paso cómo fue el trabajo de restauración de las antiguas locomotoras de Hulleras de Sabero.

Será impartida por Javier Fernández, director del museo del ferrocarril de Gijón, uno de los grandes especialistas en ferrocarriles de España y que ha asesorado este proceso de restauración y por Manuel del Valle, propietario de los Talleres del Valle de Mieres, donde se llevó a cabo la restauración de estas extraordinarias máquinas.

La empresa minera Hulleras de Sabero utilizó durante décadas un ferrocarril propio para transportar el carbón desde sus minas al lavadero y posteriormente desde este lavadero de Vegamediana hasta la vecina estación del ferrocarril hullero en Cistierna con dirección a los hornos altos de Bilbao. Decenas de locomotoras de vapor y alguna diésel en los últimos años de vida de la empresa, surcaban a diario el Valle de Sabero dejando impregnando su paisaje de estelas de vapor y animando la bulliciosa vida de la cuenca en aquellos años con su silbido característico.

El cierre de la empresa trajo consigo el fin de este ferrocarril y el aparcamiento en vía muerta de las últimas cinco locomotoras a vapor que prestaban servicio. El paso del tiempo y el vandalismo hicieron estragos en ellas, por lo que una vez cedidas por la empresa minera al ayuntamiento de Sabero, esta acometió con la ayuda de la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de León su restauración para instalarlas de nuevo en lugares estratégicos del valle, entre ellos en la plaza de acceso al museo.

En la conferencia se explicará detalladamente el proceso de restauración de cuatro de estas locomotoras, ejemplo de buenas prácticas en la recuperación del material minero.

 

 

 

24 noviembre, 2019