18 agosto, 2009
yo estube allí aquel día, se me encogía el corazon y saltaban las lágrimas, aquella era la peor escena para un minero. Doy gracias a Dios por llegar a prejubilarme sano y salvo.desde aquí un saludo a todos los mineros.
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César Zuazua Real
15 noviembre, 2009 a las 11:10 pmyo estube allí aquel día, se me encogía el corazon y saltaban las lágrimas, aquella era la peor escena para un minero. Doy gracias a Dios por llegar a prejubilarme sano y salvo.desde aquí un saludo a todos los mineros.