Las familias que llegaron a trabajar a la mina de La Camocha, más allá de su lugar de procedencia, creencias o cultura, eran jóvenes, con muchas ilusiones puestas en un futuro personal que se fue convirtiendo en la creación de una comunidad con fuertes lazos emocionales que han quedado plasmados en las páginas de este libro, tanto en lo que se expresa por escrito como en la propia gestación del proyecto.
Es un recuerdo cariñoso a todos los seres queridos que vivieron en La Camocha, gracias a ellos se formó el barrio y hoy es un buen lugar para vivir, con infraestructuras, servicios culturales, deportivos y de ocio. Y un orgullo para muchos expresar su procedencia. “Yo soy de La Camocha”.
Espero que las nuevas generaciones mantengan vivo el recuerdo de estos padres y abuelos, recompensa más que sobrada al gran esfuerzo hecho para poder recopilar toda esta documentación.
AHM
23 agosto, 2016 a las 10:03 pmhttp://www.elcomercio.es/gijon/201509/04/germen-camocha-20150904001222-v.html
AHM
24 agosto, 2016 a las 11:53 amLas familias que llegaron a trabajar a la mina de La Camocha, más allá de su lugar de procedencia, creencias o cultura, eran jóvenes, con muchas ilusiones puestas en un futuro personal que se fue convirtiendo en la creación de una comunidad con fuertes lazos emocionales que han quedado plasmados en las páginas de este libro, tanto en lo que se expresa por escrito como en la propia gestación del proyecto.
Es un recuerdo cariñoso a todos los seres queridos que vivieron en La Camocha, gracias a ellos se formó el barrio y hoy es un buen lugar para vivir, con infraestructuras, servicios culturales, deportivos y de ocio. Y un orgullo para muchos expresar su procedencia. “Yo soy de La Camocha”.
Espero que las nuevas generaciones mantengan vivo el recuerdo de estos padres y abuelos, recompensa más que sobrada al gran esfuerzo hecho para poder recopilar toda esta documentación.
Pilar López Liñeira