Descarbonización. El Fin de una era. Desmantelamiento de la Central Térmica de Velilla del río Carrión

Fruto de la colaboración del Archivo Historico Minero y el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, y después de 3 años de trabajo en el desmantelamiento de varias centrales térmicas, tengo el gusto de presentaros el primer volumen sobre la de Velilla del Río Carrion, Prologado por el historiador Fernando Cuevas Ruiz. Encuadernación en tapa blanda con solapas. 112 páginas.

DESCARBONIZACIÓN. El fin de una era. Varios miles de fotos, disparadas en estos años, resumidas en un centenar.

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Evolución histórica

Con la entrada en funcionamiento en 1964 de la central térmica en Velilla del Río Carrión se inicia uno de los periodos más florecientes para la comarca del Alto Carrión, que culmina con su cierre en julio de 2020 y la demolición de los silos de cenizas y la torre de refrigeración en octubre de 2021. En sus 56 años de actividad se sucedieron una serie de cambios empresariales, mejoras y ampliaciones, que fueron determinando el desarrollo económico y la vida diaria de los trabajadores y sus familias. La central térmica, la fábrica de explosivos y las minas de carbón fueron los principales motores del auge económico de la zona.
Solo desde el análisis de las actuaciones de las empresas que movieron estos tres sectores es posible descifrar el desarrollo y posterior declive del Alto Carrión. Durante muchos años el ritmo económico, social y demográfico de todos los habitantes de la zona estuvo ligado a la prosperidad de sus fábricas.

Los precedentes. El proyecto para una central térmica en el Alto Carrión

Los problemas de abastecimiento energético, que en la España de la posguerra fueron continuos, llevaron al régimen, ante la imposibilidad de importar petróleo y sus derivados, a buscar la solución en la electricidad producida en los saltos de agua. Pero por sí sola esta fuente energética no aseguraba el suministro en años secos o en momentos de mucha demanda, por lo que las centrales térmicas de ciclo convencional surgieron como complemento. La primera de estas instalaciones a bocamina, ya que se buscaba la proximidad a las cuencas carboníferas, la construyó la empresa estatal Endesa en Ponferrada y fue inaugurada por Franco el 28 de julio de 1949 con el nombre de Compostilla.
Diecisiete meses después, el 12 de enero de 1951 se regula esta nueva política, al publicarse el decreto de ordenación de energía eléctrica por centrales a bocamina. Otro emplazamiento interesante para este tipo de centrales se podía encontrar en la zona del Alto Carrión, donde se situaban importantes yacimientos carboneros y se tenía acceso a suministro de agua abundante. Con la construcción de esta central se conseguiría aumentar la producción eléctrica y asegurar el futuro de la minería palentina, que debido a la pérdida de mercados y al elevado coste de la mano de obra, no se encontraba en buenos momentos.
En octubre de 1955 se convoca a los principales empresarios del sector carbonero de la zona para informarles de que están próximas a iniciarse las obras para la construcción de una central. La notificación oficial se produce el 10 de junio de 1957 cuando el consejo de ministros autoriza la construcción de la central térmica de Velilla. Para su explotación, dos empresas punteras del sector, como son Iberduero y Electra de Viesgo constituyen Terminor con una participación al 50 %, que será
la encargada de su construcción y explotación.

 

15 julio, 2024